Partido muy vistoso el que firmaron Sevilla FC y Barça en el Sánchez-Pizjuán, con dos propuestas futbolísticas muy similares, en el que, eso sí, los de Luis Enrique demostraron tener el concepto mucho más asimilado y se llevaron el gato al agua con autoridad en el marcador gracias a los tantos de Luis Suárez y de Munir, ambos en la segunda parte. El Sevilla de Sampaoli dejó una grata impresión en los primeros 45 minutos, pero terminó desfondándose y perdiendo esa intensidad. Lo más alarmante, la falta de pegada arriba.
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