El Atlético pagó por él ocho millones de euros. Sin embargo, acordó con River que éste recibiría el 40% sobre la plusvalía que pudiera generar cualquier traspaso posterior si supera los 16,7 millones de euros, según trascendió en su día. Por ello, la operación no es sencilla. Además, la posibilidad de hacerse con él mediante la fórmula de una cesión tampoco es fácil, entre otras cosas porque lo normal es que haya pretendientes con más poder económico y porque Sevilla y Atlético son rivales pese a la diferencia de presupuestos.
