Simplemente no lo necesita tras un segundo año en Champions, más los ingresos por levantar la tercera Europa League y, lo que es más importante, la subida de los ingresos televisivos. La caja está rebosante. Tienen el poder de decir «no» a los compradores y que el segundo proyecto Champions consecutivo no se vaya descuartizado, como ocurrió el año pasado con la salida de Bacca y Aleix.
