Se suele decir que el derbi es el partido más bonito de España. Quizás no les falte razón a quienes lo dicen por cómo se vive en la ciudad, porque por lo que se ve sobre el césped no se puede hacer dicha afirmación. Futbolísticamente hablando, los Sevilla-Betis o Betis-Sevilla suelen -la mayoría- estar marcados por el hecho de que los equipos piensen más en no perder que en ganar, lo cual merma el espectáculo.