La ilusión desbordada y excesiva entre el Sevillismo que provocó la victoria ante el FC Barcelona, se ha enfriado completamente tras las dos derrotas consecutivas ante los farolillos rojos de la clasificación.
Todo parece haber sido un espejismo, que ahora se recrudece con las lesiones que están sufriendo los jugadores más utilizados por Matías Almeyda.
Primero fue César Azpilicueta, al que siguió Batista Mendy, y ahora Alexis Sánchez, todos ellos provocados por la alta exigencia física que el técnico quiere de sus jugadores.
Esto se hace más palpable en futbolista con una edad más avanzada como el navarro y el chileno, que además lo estaban jugando casi todo.
A ello, hay que unir la cantidad de tarjetas amarillas (33) que acumula el equipo, siendo el conjunto de primera con más amonestaciones, con ocho de diferencia sobre el Getafe de Bordalás.
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Esto provoca igualmente que los jugadores se estén acercando a su primer ciclo de sanciones, con un Agoumé que ya ha visto sus primeras cinco tarjetas amarilla, estando Peque y Carmona al borde de la suspensión.
Así pues, la alta exigencia con la que le técnico argentino quiere imprimir sus partidos, para tapar la falta de calidad, provoca este tipo de situaciones, como la que se vivirá en el Metropolitano, donde faltarán cuatro titulares fijos por lesión o sanción.
