Algo que desde el principio ha gustado mucho de Matías Almeyda, es que un técnico que no impone su manera de entender el fútbol o de jugar, sino que se adapta a lo que tiene.
La realidad es que después de las últimas recuperaciones físicas, no hay ningún jugador en la enfermería. Es cierto que Joan Jordán se está terminando de recuperar de su operación de hernia discal, pero en breve estará disponible.
Frente al Girona es el único partido que el Sevilla ha dejado la portería a cero, con una defensa que estaba formada por Carmona, Castrín, Kike Salas y Suazo.
Por circunstancias y por tener a otros jugadores disponibles, decidió contra el Elche colocar una defensa de cinco, con dos carrileros, y no acabó demasiado bien, ya que el conjunto sevillista encajó dos goles.
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Es por ello que el entrenador argentino podría revolucionar de nuevo el once, concretamente la defensa, ya que es donde tiene más efectivos.
Estudia a cada uno de los rivales, y a raíz de las características de sus delanteros, decide poner un tipo de zaga u otra, por lo que lo que salga este sábado es una incógnita.
