Sergio Reguilón irrumpió hace un año en la banda izquierda del Santiago Bernabéu. Unos meses donde no sólo sentó a Marcelo, sino que ensombreció la figura del brasileño gracias a su energía, compromiso y fútbol. La vuelta de Zidane le cerró la puerta de la titularidad y el propio técnico francés decidió apostar por Mendy como segundo lateral. Al canterano le tocaba buscarse la vida. Y ahí apareció Monchi. Una cesión a un Sevilla que camina con paso firme y líder de LaLiga, con un Lopetegui que lo conoce a la perfección y que pueden llevar al lateral a redondear una aventura más importante de lo que en un principio él mismo se podía pensar, cuando tuvo que hacer las maletas contra su voluntad.
