Éver es un jugador que monopoliza el juego, que sabe llevar el ritmo de los partidos y ejecutar lo que a su equipo le conviene. Se siente bien en el dibujo del técnico y lo demuestra. Pese a que sólo es pretemporada, no es difícil ver a Banega estar cómodo sobre la hierba. Monchi, eso sí, ha tratado de encontrar alternativas en el mercado para que el rosarino no sea indispensable, que su concurso no se antoje fundamental para alcanzar las victorias. Un Banega con peso, siempre. Un Banega que juegue en un pico irregular del curso, eso ya no. «La verdad es que un cuerpo técnico nuevo, somos inteligentes y hemos jugado con distintos sistemas. No hay nada nuevo en lo que nos pide. Tratamos de adaptarnos lo más rápido posible a la idea del técnico», destacaba Banega.
