Hasta el momento, según Transfermarkt, el Sevilla ha invertido 124 millones de euros en sus refuerzos (Kounde, 25 millones; Ocampos, 15; Diego Carlos, 15; Dabbur, 15; Joan Jordán, 14; De Jong, 12,5; Oliver Torres, 12; Wobber, 10,5; Fernando, 4,5 y Gudelj, que llega libre), sin contar los cedidos o los que regresan a la entidad tras un préstamo en otros clubes, mientras que sólo ha ingresado menos de la mitad, 49,70 millones de euros, según el mismo portal. Dicho de otra forma, el balance hasta el momento es de –74,30 millones, una cantidad que debe intentar equilibrarse en cuanto sea posible antes de afrontar más incorporaciones como la de Bergwijn, el último en sonar para reforzar el equipo entrenado por Julen Lopetegui. El rendimiento de las grandes operaciones, sobre todo de salida, realizadas durante los últimos años permitieron al club ahorrar importantes cantidades de dinero, que ahora se permiten poner en el mercado estival. Pero los ahorros no duran para siempre, como en la vida real. Una hipotética salida, por ejemplo, de Ben Yedder, siempre y cuando se tratara de los números en los que últimamente se habla, ayudaría a equilibrar mucho esta balanza.
