El Sevilla logra el objetivo, el pase a cuartos. Vuelve a estar en un bombo en el que no entra, palabras mayores, el Atlético de Madrid -eliminado por el Girona-. A cuatro partidos de otra final. Con el sabor amargo de una nueva derrota ante el Athletic, segunda en la ‘trilogía’, pero con la ilusión que despiertan la Copa del Rey, las buenas maneras de Munir en su debut en Nervión y el soplo de aire fresco aportado por el canterano Bryan Gil. A sus 17 añitos, una zurda con desparpajo llamada a dar tardes de gloria en el Sánchez-Pizjuán.
