Sevilla FC-Spartak de Moscú, segunda cita oficial de la historia ante los moscovitas y primera en el -tantas veces invicto- Sánchez-Pizjuán, para volver a demostrar que se aprende más de las derrotas que de las victorias y que el conjunto ruso -al que le salió todo bien en la ida- es un rival peligroso pero perfectamente abordable con la máxima concentración y la intensidad colectiva como norma de conducta de unos jugadores que pueden hacer historia en la máxima competición continental. Es el punto de inflexión clave en la resolución del grupo E.
