El Sevilla, reconocido por el propio Monchi, le hizo una contraoferta mayor, aunque ya estaba comprometido con la Roma incluso contractualmente. El Sevilla directamente le ofreció los 2.5 millones de fijo y un variable anual de un millon más en concepto de premios por clasificación del equipo y de plusvalías de jugadores comprados en su momento y vendidos posteriormente bajo el mandato deportivo de Monchi. Sin duda, la oferta sevillista era infinitamente mejor, porque además no se tenía que trasladar.
