Hay un detalle muy importante que ocurrió en los primeros días de su estancia en Sevilla que dijo y dice mucho del compromiso del jugador y de su confianza en el triunfo. Vaclik llegó un 4 de julio a Sevilla y no firmó hasta el día 6. Fueron 48 horas de muchas negociaciones, porque tras el reconocimiento médico el futbolista despertó alguna duda entre los doctores, que invitaron a renegociar todo en busca de más seguridad. Vaclik rápidamente apostó por él mismo, explicó que lleva años compitiendo con esa articulación y que tan seguro estaba de su perfecto estado y de su salud, que si al final se lesionaba en esa parte (hablan de la rodilla), su sueldo se rebajaría de forma muy considerable. También logró convencer al Basilea, equipo de origen, para que el montante del traspaso fuera menor en caso de accidente. Y lo consiguió.
