Lo curioso fue que se quedase sin minutos en el intrascendente encuentro ante el Alavés. Caparrós sólo lo hizo calentar. Y es que el brasileño, meses después de llegar, sigue fuera de peso, por encima del marcado por la entidad. Es decir, no ha mostrado un compromiso deportivo serio. Preocupa bastante su actitud y desean desde la entidad reconducir la actitud de una inversión de 9 millones de euros. Para su vuelta, el Sevilla estará encima del jugador para ver hasta dónde es capaz de llegar y si pueden contar con él para el próximo curso. No se descarta ni siquiera una cesión en España.
