¿Por qué se ha podrido lo de Nzonzi?

El detonante está más o menos contado, una fuerte disputa en el vestuario en el descanso del Sevilla-Liverpool. Nzonzi es muy indolente, pasivo, y Berizzo apasionado y directo. Y el jugador se siente humillado porque pasó lo que era imposible, que en el campo ocurrió lo que pedía el entrenador, el equipo se batió el cobre y el Sevilla empató. Gran derrota de un jugador clave y gran victoria de Berizzo ante el grupo, que no es un tema menor. La plantilla además, que suele ser solidaria con el compañero, no lo ha sido en este caso, porque el entrenador triunfó, pero fundamentalmente el grupo, que ya miraba con cierto recelo al ‘ausente’ Nzonzi, no entendió que no quisiera entrenar al día siguiente y mucho menos que la persona, el compañero, no estuviera con el entrenador a nivel humano en la visita al hospital después de ser operado.

Ver Noticia

Comparte por Whatsapp esta noticia

Deja un comentario