Especialmente llamativa es la de Pablo Sarabia, con el que todo parecía acordado hace ya tres meses, antes del partido ante el Barcelona en Tánger, donde se disputó la Supercopa de España. Aquel 17 de agosto salió a la luz el acuerdo definitivo con el agente del jugador, Ginés Carvajal, para una ampliación del contrato del madrileño por dos temporadas más, hasta 2022, con una subida de salario hasta los cuatro millones de euros brutos y un aumento de su cláusula de rescisión hasta los 40 millones de euros, bastantes más de los 18 que imperan aún en la actualidad. Tres meses más tarde Sarabia sigue sin haber firmado su nuevo contrato con el Sevilla, a pesar de ser uno de los jugadores con mejor rendimiento del plantel.
