Y de repente, otra vez una final a la vista

Nada menos que 23 años se había llevado el Sevilla sin jugar una semifinales de Copa del Rey. Desde 1981, que cayó ante el Sporting de Gijón, hasta 2004. Un desierto de mediocridad, toda una prueba de fidelidad y esperanza. En esa eliminatoria de hace 14 años, Germán Burgos, el Mono, tuvo buena parte de culpa en que el Sevilla se fuera al Vicente Calderón con un 4-0 a favor, goles de Darío Silva, Pablo Alfaro, Reyes y Julio Baptista. Ya en la vuelta, los de blanco volvieron a ganar 1-2. Torres adelantó a los colchoneros nada más comenzar el partido pero en la segunda parte replicaron Julio Baptista y Darío Silva.

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