El Sevilla logró empatar un encuentro que a dos minutos del final perdía por 0-2. Y lo hizo, además, con un hombre menos por la expulsión de Banega. El Eibar tenía los tres puntos en el zurrón y todo absolutamente controlado. Y cuando nadie lo esperaba, el cuadro de Machín sacó a relucir todo su orgullo para igualar la contienda con sendos tantos de Ben Yedder y Sarabia. El punto es de oro después de todo lo que ha ocurrido esta tarde en el Sánchez-Pizjuán. Empate épico, petróleo de la nada para un Sevilla que lo veía todo perdido muy cerca del pitido final de Iglesias Villanueva. El jueves espera la Lazio en el Olímpico de Roma.
