Pozo cuajó un muy buen encuentro en Bakú. Comenzó algo dubitativo, pero al poco tiempo se convirtió en uno de los encargados de llevar el peso del ataque sevillista, ganando casi todos los duelos personales con Ailton, sacándole incluso una tarjeta amarilla que le lastró. El canterano incluso fue parte del tercer gol, el de Óliver Torres, poniendo el centro que cabeceó atrás Franco Vázquez para que el extremeño hiciera el 0-3 definitivo. “Cuando me dijo que iba a jugar me puse un poco nervioso, pero cuando he tocado el primer balón se me ha quitado todo. Me dijo que hiciera mi fútbol. A ver si hay suerte y puedo jugar minutos en el Pizjuán, que es otro sueño desde pequeño”, comentó el joven jugador sevillista.
