Se quiera o no, el nombre de Manolo Jiménez está siempre ligado a lo que se mueve en torno a los entrenadores del Sevilla, máxime en tiempos en los que el inquilino del banquillo pasa por horas bajas. Pero el entrenador arahalense, el último que logró clasificar al equipo en un tercer puesto y que lo metió en una final de la Copa del Rey que luego ganaría con Antonio Álvarez, seguirá su carrera en una exótica liga como es la qatarí. Jiménez ha firmado un contrato con uno de los clubes más fuertes de este país árabe, el Al Rayyan Sport Clube.