Lopetegui quería conocer los secretos, las ventajas e inconvenientes, de ese sistema de tres centrales y dos carrileros que se volvía a poner de moda en el fútbol universal y que lo utilizaban algunas de las selecciones nacionales con las que en teoría se iba a encontrar en el Mundial. Tras un Girona-Celta, en Montilivi, Lopetegui quiso reunirse con Machín y el encuentro duró más de tres horas, de charla futbolera. Lopetegui, en su trayectoria como técnico, no partía inicialmente casi nunca de ese dibujo de tres centrales y dos carrileros, con dos puntas, pero lo utiliza cuando lo requieren las circunstancias o así lo cree al menos.
