Una jornada más, ya van unas cuantas, al Sevilla FC le penalizaba su falta de mordiente ante el arco rival. Sobre todo en el primer acto. Diez remates (cuatro entre los tres palos), seis saques de esquina… para apenas marcharse al descanso con tablas en el marcador del Ramón Sánchez-Pizjuán. Tras el descanso, más de lo mismo (once remates más, cuatro entre los tres palos y un poste). Al menos, dos de ellos sirvieron para dejar en Nervión los tres puntos en juego. Mientras estuvo sobre el terreno de juego, el argentino Lucas Ocampos fue el futbolista sevillista que más remates sumada al arco del balear Moyá. Cinco, los 70 minutos que estuvo en el campo. Los números de De Jong: Apenas un remate, cuatro balones recuperados, nueve perdidos, un despeje y una falta cometida, los registros numéricos de un jugador que no convence a nadie, salvo a su entrenador.
