En el Sevilla ya deben pasar página de este primer gran varapalo de la temporada para centrarse en estos partidos ligueros antes de tener que compaginar LaLiga con la Liga Europa a partir del próximo 14 de febrero. Uno de los grandes damnificados de la derrota fue un Pablo Machín al que se le ha criticado con cierta (y merecida) dureza en las horas posteriores al duelo. Es sano y hasta conveniente. Nadie en el club está ajeno al juicio valorativo de prensa y aficionados. Eso sí, es el primer lunar de un técnico que está realizando una magnífica temporada hasta el momento. Se ha sobrepuesto a una plantilla con ciertas carencias, a una plaga de lesiones importante y a lo exigente y apretado del calendario. Ha sabido salir adelante, y ahora tiene la misión de hacer borrón y cuenta nueva con el episodio Copa del Rey para buscar un triunfo en Balaídos que le siga afianzando en la cuarta plaza.
