Un Sevilla con más empaque, y los mismos problemas en el remate, cerró la pretemporada con un empate ante el Extremadura del que Julen Lopetegui habrá sacado apuntes. También Monchi. Porque la puesta en escena de Almendralejo con motivo del homenaje a Reyes, ante un rival de Segunda División y sobre un césped algo irregular, evidenció similares pecados que la de Granada: a este equipo le falta remate y, además, tropezó en la misma piedra de encajar un gol al final en un centro pasado. El Sevilla de Almendralejo mandó siempre y apenas concedió llegadas, pero tampoco supo sacar provecho de su mayor profundidad y de la electricidad que esta vez sí tuvieron los distintos futbolistas de las bandas, tanto los laterales como los extremos. Quedó claro que De Jong era la referencia, pero el holandés apenas conectó un par de cabezazos, uno de ellos a gol, en otro jugada de estrategia, como el tanto de Kjaer, con Joan Jordán de lanzador.
