Con los últimos movimientos, Monchi consigue corregir bastante el desequilibrio existente días atrás entre gastos e ingresos. Los primeros, tras una decena de incorporaciones, se situaban en 115 millones de euros, según desveló José Castro. A esa cifra, hay que sumarles ahora los 20 millones (incluidos pluses) en los que se habría cerrado la contratación del undécimo fichaje, Rony Lopes, elevando el capítulo de inversiones a 135 millones. Las ventas que habían generado ingresos relevantes hasta esta semana habían sido tres: Sarabia, Muriel y Promes, dejando en las arcas sevillistas 55 millones de euros. Ahora, con las transferencias de Wöber al Red Bull Salzburgo, por unos 11 millones de euros, y de Ben Yedder al Mónaco, por 40 millones, la caja de entrada consigue rebasar ya los 100 millones de euros.
